Stents ultrafinos en lesiones coronarias calcificadas
Autor: Xacobe Flores – Cardiólogo intervencionista en Complejo Hospitalario A Coruña
Presentamos el caso de un paciente de 82 años, con dislipemia y diabetes mellitus tipo 2, que ingresa en nuestro hospital por un IAMSEST.
Entre sus antecedentes médicos, destaca la historia de cardiopatía isquémica de larga evolución, que debutó en 1993 como angina inestable recurrente, habiéndose realizado en aquel entonces una ACTP con balón sobre la arteria descendente anterior proximal.
En 2003 ingresó en nuestro centro por un IAMSEST, objetivándose una oclusión de aspecto crónico de la arteria circumfleja media y una estenosis del 90% de la coronaria derecha proximal, que se revascularizó mediante el implante de un stent liberador de paclitaxel.
Desde entonces, se había mantenido asintomático hasta el ingreso actual por varios episodios de angina de reposo con duración prolongada, acompañados de elevación de marcadores de daño miocárdico (TnI pico 2256 ng/l) y de datos electrocardiográficos de isquemia anterior.
Como comorbilidades relevantes, presentaba enfermedad vascular periférica (claudicación intermitente distal no limitante) y enfermedad cerebrovascular (ictus isquémico vertebro-basilar sin secuelas en 2016).
Se realiza coronariografía (vídeos 1 y 2), en la que se objetiva enfermedad coronaria de 3 vasos, consistente en una estenosis severa en la porción media de la descendente anterior, una oclusión crónica de la circumfleja media con un lecho distal fino y buen soporte colateral, una reestenosis crítica, gravemente calcificada, a nivel de la coronaria derecha proximal, una lesión larga y calcificada en la coronaria derecha distal y una estenosis severa en el segmento posterolateral, vaso de fino calibre.
Se opta por revascularización percutánea ad hoc, que se inicia con el implante directo de un stent Coroflex ISAR Neo de 2.75 por 24 mm en la descendente anterior media (imagen 1), empleando para ello un catéter guía EBU4, con buen resultado angiográfico (vídeos 3,4).
A continuación se prosigue con ICP sobre la coronaria derecha. Tras predilatar con un balón de 2.5 mm la lesión proximal (imagen 2), se realiza una OCT del vaso (vídeo 5), en la que se confirma la gravedad de la calcificación de las lesiones.
A continuación se realizan inflados con balones de 3.0 y 3.5 mm a nivel distal, medio y proximal (imágenes 3-6). Para completar la preparación de la lesión proximal, se realiza un litotricia intracoronaria empleando los 8 ciclos de terapia de un balón Shockwave de 3.5/12 mm (videos 5 y 6), que se complementa con inflados de un balón no compliante de 4.0/20 mm.
A continuación se implantan stents Coroflex ISAR Neo de 3.0/38 mm, 3.5/38 mm y 4.0/32 mm a nivel distal, medial y proximal (vídeos 8,9 y 10), con buen resultado, tal y como se pudo comprobar en la OCT de control (video 11).
Dado que el segmento posterolateral aporta soporte colateral a la circumfleja, se opta por tratar dicha lesión con un stent coroflex de 2.0/24 mm (imagen 7), usando un extensor de catéter guía. El resultado angiográfico final es óptimo (videos 12 y 13).
El presente caso clínico ilustra de forma muy clara el papel de la OCT para guiar el tratamiento de las lesiones coronarias gravemente calcificadas y la importancia de su adecuada preparación durante el intervencionismo, empleando dispositivos como la aterectomía, balones modificadores de placa y/o litotricia. También nos muestra el excelente comportamiento del stent Coroflex en escenarios complejos, con una óptima navegabilidad (a pesar de tratarse de stents de gran longitud).